El restauro

Collinette, boschi, vialetti, fontanelle, piante esotiche e costruzioni eclettiche. Questa è lo scenario che caratterizza Villa Torlonia, un tesoro che Roma può vantare di avere a ridosso del suo centro storico, al cui interno si ritrovano legate insieme arte e natura, ovvero importanti testimonianze architettoniche e pregiate tipologie di verde.

Per tornare a far risplendere questo patrimonio, l’Amministrazione Comunale ha realizzato nel corso degli ultimi anni un vasto programma di recupero della Villa. Dopo il restauro dei più importanti edifici che si articolano nel giardino, fra cui la Casina delle Civette, il Casino dei Principi e il Casino Nobile, trasformati in musei aperti alle visite, è stata messa a punto anche un’accurata riqualificazione del verde, la prima dopo l’acquisizione della Villa da parte del Comune di Roma nel 1978.

Pequeñas colinas, bosques, avenidas, fuentes, plantas exóticas y construcciones eclécticas. Este es el escenario que caracteriza Villa Torlonia, un tesoro del que Roma puede vanagloriarse de poseer en su centro histórico, en cuyo interior se encuentran ligados arte y naturaleza, es decir importantes testimonios arquitectónicos y preciados tipos de zonas verdes.
Para hacer brillar de nuevo este patrimonio, la Administración Municipal ha realizado en el curso de los últimos años un vasto programa de recuperación de la Villa. Tras la restauración de los edificios más importantes que se encuentran en el jardín, entre los que están la Casina delle Civette, el Casino dei Principi y el Casino Nobile, transformados en museos abiertos a las visitas, ha sido puesta a punto también una atenta recalificación del verde, la primera después de la adquisición de la Villa por parte de la Municipalidad del Roma en 1978.
El hilo conductor de esta intervención de restauración de la vegetación ha sido el respeto de los cánones de la época, sobre la base de rigurosas reconstrucciones filológicas. La recalificación del parque de Villa Torlonia se inserta en el plan de recuperación de todas las Villas Históricas de Roma, conducido en colaboración con la Superintendencia Municipal, dirigido a reconstruir el sistema original de los jardines sobre la base de dibujos o fotos de archivo.
Objetivo de este plan es reproducir y conservar el gusto estético del pasado, garantizando al mismo tiempo la salvaguardia de importantes especies arbóreas permitiendo una mejor utilización de los parques por parte de los ciudadanos.
La recalificación del verde comprende, de hecho, la mejora de algunos servicios públicos como la configuración de las avenidas, de los bancos y de las papeleras, la realización de sistemas de riego y de iluminación pública, los recintos y la creación de zonas de juego para niños, servicios higiénicos y zonas reservadas a los perros.
El cuidado del verde histórico de Roma contribuye además a potenciar el sistema ambiental de la ciudad. Parques como el de Villa Torlonia, constituyen de hecho también significativos oasis verdes a los que se conecta la Red Ecológica de la ciudad, es decir el sistema de conexión entre diferentes unidades ambientales creadas para permitir la protección de la biodiversidad animal y vegetal y para contribuir al saneamiento del ecosistema urbano.
En Roma la protección del medio ambiente se liga pues a la recuperación de la identidad histórica de antiguas residencias como Villa Torlonia, hoy transformada en un jardín vivo y a disposición de todos, un lugar donde pasar un poco de tiempo entre el verde y las diferentes actividades culturales realizables o que se podrán realizar en el interior de la villa misma.

El proyecto estructural

Del análisis de las fuentes bibliográficas a disposición y de la cartografía histórica ha brotado una interpretación concentrada sobre la recuperación de los elementos histórico-naturalísticos todavía visibles, incorporados en un contexto que tiene en cuenta la configuración y los usos contemporáneos.

Intervenciones morfológicas
Por lo que respecta a las intervenciones sobre la morfología has sido reconstruidas las obras capaces de restituir a Villa Torlonia su inconfundible carácter de jardín “histórico” sin olvidar las nuevas exigencias de aprovechamiento público.
De este modo ha sido recuperado el estanque artificial (realizado en la primera mitad del siglo XIX para celebrar el saneamiento del lago del Fucino realizado por Alessandro Torlonia) cuya vista había quedado anulada al proliferar la vegetación espontánea y contaminante que había invadido los bordes y el fondo; en los trabajos se ha incluido también un sistema hídrico con medios mecánicos para la recirculación y la depuración de las aguas.
Sobre la pequeña colina artificial, que data del periodo de intervención de Jappelli (1839 aprox.), que había sufrido una importante degradación a causa de avalanchas y la consiguiente caída de árboles, se ha realizado una obra de consolidación y asentamiento planimetrico con intervenciones de ingeniería naturalística dirigidos a compactar de nuevo el terreno y a reverdecer la capa más superficial, que habiendo quedado despoblada y estéril no ejercía ya el control sobre la fuerza de erosión de las aguas.

Intervenciones sobre construcciones arquitectónicas
Han sido realizados tanto la restauración de la Tribuna con Fontana, mencionada en el peritaje Parisi como “una colosal jardinera“ compuesta por láminas de peperino y decorada “según la temporada con jarrones que contienen plantas con flores de los colores más variados” y la recuperación del “gran estanque” del siglo XIX, situado delante de la fachada meridional del Casino Nobile.
Para la Tribuna se ha realizado la consolidación de los muros de soporte y se han reconstruido las repisas de peperino en las que se han colocado grandes jarrones de viburno, mientras que en el caso de la fuente se ha sacado a la luz un espejo de agua de forma rectangular y se han restaurado dos fuentes gemelas que enriquecen el conjunto y se ha creado de nuevo el recorrido para pasear alrededor del estanque, sobre el borde del cual se han colocado ocho grandes jarrones de azaleas apoyados sobre bases de peperino. La obra ha sido completada por un sistema para la recirculación de las aguas y una nueva instalación de iluminación. Ambas realizaciones restituyen a la villa, junto con las intervenciones de restauración de los otros edificios realizados por la Superintendencia, uno de los momentos más significativos de la dimensión de placer estético en que arte y naturaleza se convierten en los polos de un binomio indisoluble.

El proyecto de la vegetación

El proyecto de la intervención de recuperación de la vegetación ha comenzado al constatar toda la vegetación existente comprendida en la zona de intervención (por un total de 126.000 m²) que excluye el lado sur y una buena parte del lado oeste de Villa Torlonia.
Ha aparecido pues la evolución súbita de la configuración vegetal en el curso del último siglo respecto a la configuración que se puede reconstruir a través de los documentos históricos, con numerosos aspectos peculiares, algunos de los cuales derivados del uso impropio del periodo de la segunda guerra mundial (realización de los huertos de guerra), al que ha seguido una propia y verdadera degradación durante la ocupación por parte del mando de las tropas anglo-americanas, con muchas talas por necesidad de espacios de maniobra de los camiones y con la destrucción de gran parte de las restantes aportaciones ornamentales del Parque. Tras la adquisición por parte de la Municipalidad de Roma y la apertura al público, las intervenciones sobre el Parque, excluida la zona circunstante a la Casina delle Civette, se han limitado al saneamiento inicial y después a una gestión regular para garantizar su aprovechamiento público.
El proyecto de recuperación de la vegetación ha previsto sustancialmente dos tipos de intervención: los de recuperación, con reintroducción o sustitución de ejemplares, de aquellos elementos del proyecto vegetal originario considerados significativos y que no se podían ya reconocer en el estado actual y los relativos al mantenimiento tanto de conservación como extraordinario.
De este modo han sido recuperados, con la incorporación de nuevos ejemplares, los círculos de Phoenix canariensis simétricamente colocados en los dos parterres que se encuentran a los pies de la escalinata del Palazzo.
Con la reintroducción de flores invernales de gran tamaño y de bulbos y herbáceas perennes se ha tratado de recrear la imagen armoniosa y alegre de la villa como ha sido mostrada por numerosas descripciones: ”Parterres, bosquecillos, macizos, cipreses, pinos, robles, todo ello en abundancia, sin excluir las plantas ornamentales y las plantas de flores que se encuentran diseminadas por todas partes” (Peritaje Parisi, 1905).
Por el contrario por lo que concierne a las intervenciones más específicas de mantenimiento se ha realizado un consistente trabajo de saneamiento de las zonas degradadas con la eliminación selectiva de vegetación de árboles y de arbustos, con la eliminación de árboles a sanear, con tepes de regeneración de tapices herbáceos y con la poda para reequilibrar los árboles así como con la contención y perfilado de los arbustos.
A todo esto debe añadirse la realización como obra nueva de un sistema de riego en las zonas recubiertas de césped, con el objeto de mantener durante todo el año una buena cobertura vegetal evitando, al mismo tiempo, una compactación excesiva de los terrenos.
Para los recorridos existentes, que aparecían en condiciones de absoluta degradación hasta el punto de hacer ilegible el dibujo planimétrico de conjunto, se han previsto intervenciones de adecuación estructural y funcional. Los problemas correspondientes al flujo de las aguas han sido afrontados diseñando con una forma bombeada el perfil de los recorridos, con la recuperación del sistema de drenaje y la realización de un nuevo sistema de alcantarillado conectado al colector existente.
Las avenidas han sido totalmente reconstituidas utilizando una capa de saneamiento, una capa de material de drenaje, una capa de puzolana estabilizada, un acabado calcáreo con granulometría fina pasada por rodillo y humedecida para su compactación. La elección de dichos materiales, aun teniendo en cuenta el resultado estético, ha estado orientada prestando una atención especial a la funcionalidad. El diseño de los parterres ha sido redefinido por medio de una orla de enrocado de tufo redondeado, así como había sido realizado en el siglo XIX, que aparece bajo en las zonas planas y mediano en los declives donde es importante la necesidad de contención del terreno. En algunos puntos, adecuadamente elegidos, han sido incorporados asientos en el interior de los enrocados más altos.
Todos los componentes de la decoración han sido realizados en hierro, sobre dibujos de proyectistas, con una sensibilidad dirigida a los ambientes del pasado: los bancos de estilo, las verjas de protección a lo largo del límite y como separación de la zona de la Tribuna e, inmerso en el verde para recrear un espacio recogido, un cenador realizado sobre la base del análogo edificio original que se ha perdido.
Las luces de la nueva instalación de iluminación son de tipo farol, ya utilizados en la Casina delle Civette y las papeleras de tipo cilíndrico en pareja, consideradas las más adecuadas estilísticamente, completan el cuadro de los trabajos.
Algunos elementos de mármol, pertenecientes a la rica colección de hallazgos de la villa y conservados en los almacenes han sido recolocados a lo largo de los recorridos y en los parterres haciendo tornar al tiempo en que la villa aparecía como fantasioso y pintoresco conjunto de “ruinas” románticas sumergidas entre plantas.