El Bunker y los Refugios Antiaéreos de Villa Torlonia
Reabierto en abril de 2024 después de una operación de renovación, el búnker recibe a los visitantes con una nueva muestra que documenta la vida de Mussolini y su familia en Villa Torlonia y ofrece la posibilidad de revivir los dramáticos momentos de un ataque aéreo a través de una experiencia multimedia inmersiva.

Mussolini en Villa Torlonia
La relación de Benito Mussolini con Villa Torlonia comenzó el 22 de julio de 1925, cuando el príncipe Giovanni Torlonia Jr., último heredero del linaje de Alessandro, le ofreció la villa como residencia. Inicialmente, el Duce la utilizaba solo para algunos encuentros oficiales, pero fue en 1929 cuando se trasladó allí con su esposa Rachele y sus hijos.
El edificio elegido como residencia fue el Casino Nobile, que también cumplía funciones de representación oficial. En la planta baja se recibían a los invitados, mientras que en el patio adyacente se organizaban actos oficiales, entrenamientos de esgrima, desfiles y fiestas. Los apartamentos privados de Benito y Rachele se encontraban en la primera planta, mientras que la sala de baile se usaba frecuentemente para proyecciones cinematográficas privadas.
La Sala de Baco, por su parte, era conocida como la Sala de la Música, debido al gran piano que el joven Romano Mussolini solía tocar.
Otros edificios, como el Villino Medievale y el Casino dei Principi, fueron destinados a residencia para el hijo Vittorio y para la viuda de Bruno y su familia, respectivamente.
La construcción de los primeros refugios
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y los primeros bombardeos sobre Italia, se hizo necesario garantizar la seguridad de Mussolini dentro de Villa Torlonia.
El primer espacio destinado a refugio fue una bodega subterránea bajo el estanque conocido como «del Fucino», construida por los Torlonia en el siglo XIX, probablemente sobre una antigua zona funeraria preexistente. Se accedía a ella a través de una puerta situada frente a la entrada este del Teatro.
A finales de 1940, la bodega —de 60 metros de largo y 5 de ancho— fue equipada con puertas antigás, un sistema de filtrado y renovación de aire, iluminación eléctrica y otros elementos necesarios para que el espacio fuera más habitable y adecuado a estancias prolongadas.
Sin embargo, pronto se reconoció que el trayecto al descubierto desde el Casino Nobile hasta el refugio (unos 150 metros) representaba una vulnerabilidad del sistema de protección. Además, el estanque bajo el que se encontraba, claramente visible desde el aire, era un blanco fácil para los bombardeos.
Por ello, en 1941 se decidió adaptar un espacio semisótano dentro del Casino Nobile, originalmente destinado a la cocina. Ubicado justo debajo de la Sala de baile, fue reforzado con una capa de hormigón armado de unos 120 cm y dotado de puertas blindadas antigás, así como de un sistema de depuración y renovación del aire.
La construcción del búnker
A pesar de las mejoras realizadas, la segunda solución fue considerada insuficiente para resistir los bombardeos aliados. Mussolini encargó entonces al Cuerpo Nacional de Bomberos la construcción de un verdadero búnker antiaéreo bajo la explanada lateral del Casino Nobile, utilizando materiales y técnicas más avanzadas. Las obras comenzaron en diciembre de 1942 con un presupuesto inicial de 240.000 liras, que finalmente se duplicó: fue necesario excavar más profundamente para los cimientos y desmantelar un pasaje subterráneo preexistente que conectaba la Tribuna con Fuente con una sala «secreta» encargada por Alessandro Torlonia.
El nuevo búnker se excavó a una profundidad de aproximadamente 6,50 metros, fuera de los cimientos del Casino Nobile, pero era accesible directamente desde su planta semisótano mediante una larga escalera.
Con forma cilíndrica y protegido por muros de hormigón armado de 4 metros de espesor, el búnker constaba de varias estancias dispuestas en forma de cruz, con dos salidas de emergencia: una hacia la explanada lateral del Casino y otra dentro de la Tribuna con Fuente, accesible a través de un pasadizo subterráneo.
Sin embargo, Mussolini nunca llegó a utilizarlo: cuando fue destituido el 25 de julio de 1943, las obras aún no se habían completado. Posteriormente, la estructura sirvió como refugio para los habitantes de la Villa y del barrio cercano durante la ocupación alemana.
La instalación moderna del búnker
El búnker ofrece una visita que combina el enfoque histórico-documental, que remite a la Roma de la Segunda Guerra Mundial y a la decisión de Mussolini de convertir la Villa en su residencia en la ciudad, con una experiencia inmersiva, con el objetivo de transmitir la sensación de estar en un refugio subterráneo durante un ataque aéreo.
El recorrido comienza con una parte «histórica» que documenta la vida de Mussolini y su familia en la Villa, la construcción y modificaciones del búnker antiaéreo, y los bombardeos aliados que comenzaron a golpear Roma en 1943.
A continuación, se accede a tres salas caracterizadas por una ambientación multimedia, donde proyecciones sincronizadas y una espacialización sonora crean un escenario único, reconstruyendo pequeños episodio de lo que pudo haber sido la vida en un refugio antiaéreo.
Desde una de estas salas, mediante una escalera empinada, se llega a la última etapa del recorrido: el búnker propiamente dicho.
La posibilidad de imaginar las sensaciones de estar en medio de una incursión aérea se ve favorecida por una simulación bastante realista que, además de los efectos sonoros (sirenas, aviones acercándose, detonaciones), incluye vibraciones del suelo, generadas mediante 10 transductores ubicados bajo las tablas del piso.
La salida del búnker conduce directamente a los jardines de Villa Torlonia.
Información de acceso
El acceso al búnker y a los refugios antiaéreos está disponible exclusivamente mediante visita guiada.
Horarios, tarifas y modalidad de reserva > Visita guiada al Búnker y a los refugios antiaéreos