Obra del mes Museo della Scuola Romana - Junio 2023
Fausto Pirandello (Roma, 1899-1975)
Mietitrice, 1949-1951
Lápiz de cera sobre papel
28x21,5 cm
Con este dibujo del artista Fausto Pirandello se quiere rendir homenaje a la siega, el acontecimiento más esperado del año en la tradición campesina, con el que se inaugura la temporada estival y que tiene lugar entre junio y julio. Con unos trazos rápidos y compendiosos, el autor fija el momento en que dos mujeres se afanan en cortar manualmente las espigas de trigo, con la clásica hoz. Consigue plasmar, al mismo tiempo, la carga sensual de los sujetos -en particular de la mujer del primer plano, cuyos pechos quedan involuntariamente al descubierto- y el realismo del duro trabajo en el campo, cuya fatiga es visible en el rostro enrojecido de la mujer, expuesta al calor estival.
El dibujo del Museo della Scuola Romana, sin fecha, forma parte de la producción de posguerra de Fausto Pirandello, periodo en el que su investigación se orientó de forma original por un camino que absorbió diferentes estímulos, entre ellos el futurismo, el cubismo y el expresionismo. A partir de los años cincuenta, en particular, Pirandello experimentó con registros cromáticos muy brillantes, nunca antes utilizados, que también se encuentran en el pastel aquí reproducido, atribuible al periodo comprendido entre la quinta y la sexta década del siglo XX. Por los escritos dejados por el artista, sabemos que atribuye a la técnica del pastel el poder expresivo de la inmediatez, con el que puede plasmar la primera intuición de sus temas. Los temas dedicados a las labores agrícolas, ya en el centro de cuadros más antiguos como Fienagione (1938) y Siccità (1938), regresan en obras posteriores, como en Ragazza con la falce (1949, expuesta en 1951 en la VI Cuadrienal de Roma) o Donna con la zappa (1951), quizá inspiradas en escenas observadas durante sus estancias en Grottaferrata, cerca de Roma, donde Pirandello iba habitualmente de vacaciones desde 1948, año en que compró allí una casa. La Mietitrice forma parte de un grupo de obras sobre papel del mismo autor que llegaron a la colección del Museo della Scuola Romana en 2006, gracias a una donación de Dora Immordino Pirandello, esposa de Antonio, el segundo hijo del artista.
Fausto Calogero Pirandello (Roma, 1899-1975) es uno de los pintores más significativos del siglo XX en Italia que, aunque artísticamente se sitúa entre los exponentes de la Escuela Romana, destaca por un estilo personal original y por una investigación realizada de forma autónoma. Utiliza una poética realista, en la que la vida cotidiana se expresa con una pintura densa y áspera de rasgos expresionistas, y donde incluso los aspectos más brutales cristalizan, sin embargo, en atmósferas intemporales y metafísicas. Su acercamiento a la pintura tonal evolucionó en los años cincuenta, absorbiendo las sugerencias del cubismo francés, para llegar finalmente a originales soluciones formales tendentes a la abstracción.
Hijo menor de Maria Antonietta Portolano y del premio Nobel de teatro Luigi Pirandello, ambos de Agrigento, nació después de su hermano Stefano y su hermana Lietta. Los Pirandello pasaron su infancia entre Roma y las vacaciones en Sicilia, tierra donde Fausto adquirió ese gusto personal por los tonos ocres y cálidos que caracterizó sus obras. La familia Pirandello sufrió una grave pérdida económica en 1903, acontecimiento que agravaría la frágil salud mental de su madre, Maria Antonietta, que pasaría las últimas décadas de su vida, de 1919 a 1959, en una residencia de ancianos de Roma. Una contingencia nada desdeñable para el desarrollo de la sensibilidad artística de Fausto. También tuvo que hacer frente a la llamada a las armas para la Primera Guerra Mundial -estaba entre los muchachos en 1899-, teniendo que interrumpir sus estudios clásicos en el Liceo Tasso, aunque no fue enviado al frente por motivos de salud, y pasó el periodo de la Guerra en el hospital. Tras la guerra, no reanudó sus estudios y manifestó el deseo de dedicarse primero a la escultura, que se vio obligado a abandonar de nuevo por problemas de salud, y después a la pintura (que ya practicaban en casa a nivel aficionado tanto su hermano como su padre). En 1922 se matricula en la Escuela de Arte de los Orti Sallustiani, abierta en Roma por los artistas Felice Carena, Attilio Selva y Orazio Amato. Aquí conoció a los pintores Emanuele Cavalli, Onofrio Martinelli y Giuseppe Capogrossi, con los que pasó largas vacaciones de verano en Anticoli Corrado, un pueblo del valle del Aniene, ya conocido entre los artistas de la época por su tradición de posar con modelos, donde Fausto abrió su primer estudio de pintura y donde conoció a la modelo Pompilia D'Aprile, con la que se casó en 1927. En 1925 Pirandello hizo su primera aparición pública como pintor en la III Bienal de Roma, con la obra Bagnanti (Bañistas), y al año siguiente en la XV Bienal Internacional de Arte de Venecia, donde expondría ininterrumpidamente de 1932 a 1942.
En 1927, el pintor decidió instalarse en París, adonde acudió en contra de los deseos de su padre y donde se convirtió en padre de su hijo mayor, Pierluigi, nacido en 1928. En la capital francesa adquirió nuevas experiencias artísticas que fueron fundamentales para él: frecuentó el grupo de Italiens de Paris (especialmente Giorgio de Chirico y Filippo de Pisis) y conoció más de cerca las obras de Cézanne, los cubistas (Picasso y Braque) y los pintores de la Escuela de París (l'École de Paris). En 1930, regresó definitivamente a Roma con su esposa Pompilia y su hijo Pierluigi, instalándose en Via Valenziani (más tarde se trasladaría a Via degli Scialoja) y pasando los veranos con su familia en Anticoli Corrado. Durante la década de 1930, expuso con frecuencia en la Galleria di Roma, los Sindacali del Lazio y los Quadriennali Romane y estuvo vinculado a la Escuela Romana, dentro de la cual estuvo más cerca del grupo de los llamados "tonalistas", como Giuseppe Capogrossi, Emanuele Cavalli y Roberto Melli. En 1934 expuso La scala (La escalera) en la Bienal de Venecia, una de las obras más grandes y complejas de este periodo, que dejó indecisos a críticos y público. Sin embargo, el clima que encontró le fue favorable, llegando el pleno reconocimiento de su arte a partir de principios de la década de 1940. La pérdida de su padre Luigi se produjo en 1936 y el segundo hijo de Fausto, Antonio, nació al año siguiente. Al precipitarse los acontecimientos bélicos, en 1942, los Pirandello se trasladaron definitivamente a Anticoli Corrado, para regresar a la capital un par de años más tarde. En la posguerra se intensificó la actividad expositiva de Fausto, con participaciones regulares en las Quadriennali Romane, las Bienales de Venecia y en galerías privadas. En 1947, Pirandello fue nombrado Académico de la Accademia di San Luca, junto con Giorgio de Chirico, Ferruccio Ferrazzi y Tullio Bartoli, señal de la consolidación profesional que se había producido. Durante la década de 1950, expuso sus obras en numerosas muestras personales (como la exposición antológica del Palazzo Barberini, en Roma, en 1951) y colectivas, obteniendo numerosos reconocimientos: recibió el Primer Premio de la VI Cuadrienal Nacional de Arte de Roma en 1951, el Premio Gualino de la XXVI Bienal de Venecia en 1952 (que le dedicó una sala personal en la edición de 1956), el Premio Marzotto en 1953 y el Premio Fiorino en 1957. En 1955, Pirandello celebró su primera exposición individual en Estados Unidos, en la Catherine Viviano Gallery de Nueva York. Durante la década de 1960 recibió más reconocimientos nacionales por su larga carrera como artista: en 1960 Pirandello fue uno de los pintores de la Escuela Romana galardonados en la XIII Quadriennale Nazionale d'Arte de Roma; en 1964 recibió el Premio Michetti y en 1967 el Premio Villa.
En sus últimos años se dedicó cada vez más a la técnica del pastel, abandonando progresivamente la pintura al óleo debido a las dificultades provocadas por el agravamiento de la enfermedad que le causaría la muerte en noviembre de 1975, a consecuencia de un enfisema pulmonar. Al año siguiente, la Galería Nacional de Arte Moderno le dedicó una retrospectiva, en reconocimiento de la importancia de su papel en el arte italiano del siglo XX.
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