Obra del Mes del Museo della Scuola Romana - Diciembre 2022

CARLO LEVI
Paesaggio romano con archi in rosso
, 1931,                           
pintura en óleo sobre lienzo, 51x61,5 cm;
en préstamo de la Fundación Carlo Levi, Roma

Paesaggio romano con archi in rosso, 1931, olio su tela, cm 51x61,5;  in comodato d’uso della Fondazione Carlo levi, Roma

En un paisaje caracterizado sobre todo por los colores oscuros y la densa presencia de siluetas que evocan edificios y restos antiguos, entre columnas, estatuas y arcos, destaca en el centro el volumen de una estructura de cuatro arcos, resaltada por un tono rojo vivo, casi coral. A pesar de la atmósfera deliberadamente enrarecida, en la que la representación realista del lugar no es ciertamente una prioridad, el cuadro permite sin embargo reconocer una zona precisa del Foro Romano, la de la basílica de Majencio, arriba a la izquierda con sus grandes arcos, y las estructuras adyacentes. A la derecha, destaca la silueta negra y nocturna de la iglesia barroca de Santa Francesca Romana y, por último, en la parte inferior de la composición, emergen, esbozadas en blanco, las estatuas de la Casa de las Vírgenes Vestales. Levi había estado en la capital por primera vez en 1922, cuando fue testigo del ascenso del régimen fascista con la Marcha sobre Roma. El Paisaje romano con arcos en rojo fue pintado durante su segunda estancia en Roma, en 1931. Por aquel entonces, el artista llegó a Roma tras firmar un contrato con Cines para la producción de algunos guiones y escenografías para el cine. Ese mismo año, expuso sus obras en dos importantes eventos, la primera Quadriennale d'arte en el Palazzo delle Esposizioni y una exposición colectiva en la Galleria di Roma. En este paisaje, el artista plasma una visión transformada de la realidad, en la que las ruinas antiguas se convierten en fantasmas de esplendores pasados, pero en la que la inclusión del volumen en rojo, centrando la atención, adquiere un valor simbólico e inquietante, como una alarma premonitoria de ruinas futuras o una herida abierta en un contexto de tonos oscuros y aire evanescente. Tanto en la intención poética como en la técnica pictórica, el cuadro está influido por la frecuentación de los artistas de la Escuela Romana, en particular Escipión y la pareja Mafai. La proximidad a Mario Mafai se reconoce artísticamente en las capas de color sombreadas y en los volúmenes mal definidos del cartel.

CARLO LEVI (Turín, 1902 - Roma, 1975) Carlo Levi, una de las principales figuras del arte italiano del siglo XX, destaca por la versatilidad de su compromiso intelectual, dividido entre la pintura, la escritura y la actividad antifascista. Es conocido internacionalmente por su novela Cristo se detuvo en Éboli, que le convirtió en uno de los principales portavoces de la cuestión sureña tras la II Guerra Mundial.

Nació en el seno de una acaudalada familia judía de la burguesía turinesa. Se licenció en Medicina en la Universidad de Turín y durante sus años universitarios colaboró con la revista "La Rivoluzione Liberale" y asistió a la escuela de pintura de Felice Casorati, en torno a la cual gravitaba la vanguardia artística de Turín. Inserto en este contexto, el joven Levi conoció a personalidades que fueron importantes para su crecimiento, al mismo tiempo, en la pintura y la literatura. Aunque empezó una consulta como ayudante tras licenciarse, nunca ejerció como médico, prefiriendo definitivamente la pintura y el periodismo. A finales de 1928, participa en el movimiento pictórico denominado Seis Pintores de Turín, que le lleva a exponer en diversas ciudades de Italia y del extranjero. A lo largo de los años, su pintura, iniciada por la tradición aprendida con Casorati, evolucionó primero con las influencias del ambiente parisino que frecuentaba y luego con su cercanía a los artistas de la Escuela Romana. En este contexto, expuso en la I Quadriennale nazionale d'arte de Roma en 1931. Levi, por opción cultural y política, siempre consideró la pintura como una expresión de libertad, frente a la retórica del arte oficial. Sus posiciones antifascistas provocaron su primera detención en 1934, a la que siguió una segunda en mayo de 1935 y una pena de confinamiento en la localidad lucana de Grassano. Posteriormente fue trasladado a la pequeña ciudad de Aliano, en la provincia de Matera. De esta experiencia extrajo la inspiración para los hechos narrados en su novela Cristo se detuvo en Éboli, publicada por Einaudi en 1945. La resonancia que tendría la novela ensombreció su propia actividad como pintor, pero puede decirse que la evolución de la pintura de Levi estuvo influida precisamente por aquella estancia en Lucania, haciéndose más rigurosa y madurando hacia un realismo personal. En 1936, el régimen fascista le concedió el indulto y Levi se trasladó a Francia durante unos años, donde continuó su actividad política. A su regreso a Italia en 1943, se afilió al Partito d'Azione. Encontró refugio en Florencia, en casa de Eugenio Montale, donde permaneció hasta 1944. Allí conoció a Umberto Saba, su futuro suegro. Tras la guerra, Levi continuó trabajando como periodista, como pintor, con numerosas participaciones en eventos nacionales y en la Bienal de Venecia, y como escritor, con otras novelas de gran interés (L'orologio, Le parole sono pietre, Il futuro ha un cuore antico, Tutto il miele è finito). En 1961 pintó Lucania '61, un gran lienzo de 18,50 x 3,20 m que dedicó a la memoria de Rocco Scotellaro, poeta de Basilicata amigo suyo, expuesto actualmente en el Museo Nacional de Arte Medieval y Moderno de Basilicata, en Matera, en el Palazzo Lanfranchi. En los años sesenta, Levi fue elegido dos veces Senador de la República, como independiente del Partido Comunista.

Desde la segunda mitad de la década de 1970, la Fundación del mismo nombre, creada por voluntad del propio artista, se dedica a promover el conocimiento de la figura de Carlo Levi mediante la organización de conferencias, exposiciones y publicaciones.

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