Obra del mes del Museo della Scuola Romana - Mayo 2022

Junio de 2022
Corrado Cagli
(Ancona, 1910 - Roma, 1976)
Adam, 1965
Litografía y marcador sobre papel, 707x516 mm
MSRo92

Corrado Cagli, Adamo, 1965, Litografia e pennarello su carta, mm 707x516

"Nadie sabe nada de la psique, salvo el perímetro de un laberinto impenetrable en el que, sin embargo, los procesos asociativos sondean y extraen, de un conglomerado ilimitado, argumentos, palabras, formas, sensaciones, para comunicar y expresar. Nadie más que los modernos ha investigado el espesor de esos sedimentos que ocultan, en semillas dispersas, la memoria de la historia humana...".

Con estas palabras, Corrado Cagli arroja luz sobre las obras en las que, como en esta prueba de autor para Adán, intenta sondear las profundidades del alma humana mediante un peculiar motivo lineal que recuerda a las curvas isométricas o isobáricas. En el laberinto gráfico de perímetros concéntricos con el que Cagli representa el perfil del primer hombre, se expresa la insondabilidad de la psique humana.

Esta prueba de artista, personalizada por el artista con una intervención de rotulador en la parte central de la obra, se parece mucho a un dibujo anterior en tinta sobre papel de arroz con el mismo título, fechado en 1962. Así interpreta Giuseppe Ungaretti la multiplicación infinita del perfil de Adán en la obra de Cagli: "Son signos concéntricos que parten de la médula del árbol, y del árbol indican el número de años. Al final [...] los años se delinean como el rostro de una persona humana que se multiplica. [...] ¿Es éste el castigo tras la expulsión del Edén, que consistirá en la única posibilidad de superar la muerte en el paso de los siglos, multiplicando las generaciones?".

Un signo gráfico similar al que caracteriza la prueba de este autor, así como toda la serie litográfica "Adán", se encuentra en un amplio grupo de obras gráficas en las que Cagli trabajó desde 1959 hasta mediados de la década de 1970, y desempeña un papel destacado, en particular, en las serigrafías con temas mitológicos en las que, de manera bastante similar a la de "Adán", representa a algunas de las principales deidades clásicas. En ellas, el artista combina la independencia del signo con su arraigo en una investigación que desde el principio tiende a una dimensión de redescubrimiento y revisitación de los orígenes míticos de la humanidad.

Cagli, gran estudioso de Jung, reelaboró en 1964 el mismo motivo lineal en un ciclo de dibujos dedicado al Elogio de la locura de Erasmo.

Como se desprende de la dedicatoria "A Francesco y Xenia con los mejores deseos de su / Corrado Cagli / Roma, Año Nuevo 65", esta prueba de autor fue entregada por el artista a Francesco Ingrao y Ksenija Guina, a quienes le unía una amistad. La obra pasó a formar parte de la colección del Museo della Scuola Romana en 2011, gracias a una donación de los herederos del matrimonio Ingrao.

Corrado Cagli nació en Ancona el 23 de febrero de 1910. En 1915 se trasladó con sus padres a Roma, donde completó sus estudios clásicos antes de ingresar en la Academia de Bellas Artes. Siendo aún muy joven, se dedicó a la pintura mural con gran entusiasmo, también en cuanto a la elaboración teórica, como atestigua su artículo Muri ai pittori (Muros a los pintores), publicado en 1933. En 1932 tuvo lugar su primera exposición individual en la Galería de Arte de Roma, y ese mismo año se fundó el "Gruppo dei nuovi pittori romani" (Grupo de los nuevos pintores romanos), formado por Cagli, Giuseppe Capogrossi y Emanuele Cavalli, artistas unidos por la impronta tonal de su pintura. Nacido en el seno de una familia judía, en 1938 se intensificaron los ataques antisemitas y las acusaciones de arte degenerado contra él, por lo que en noviembre, ante la amenaza de persecución racial, se refugió en París y luego en Nueva York, donde obtuvo la nacionalidad estadounidense y, en 1941, se alistó como soldado raso: fue de los primeros del ejército estadounidense en entrar en el campo de Buchenwald. En 1948 se instaló de nuevo en Roma, y fue aquí, en la década de 1950, donde se acercó al arte primitivo africano y oriental, a través del cual pudo reelaborar el tema de los orígenes y el "primordialismo", centrales en su primera producción artística. En 1964, la Bienal de Venecia le dedicó una sala personal. Murió en Roma el 28 de marzo de 1976.

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