Salón de las 24 horas
Enclavado bajo una cúpula octogonal encontramos éste característico ambiente ricamente decorado. Fue ideado por Jappelli como una cocina rústica, pero en el curso de las transformaciones llevadas a cabo por Giovanni Torlonia, en los inicios del siglo pasado, fue destinado cómo salón del príncipe.
El techo de la cúpula, está pintado a tempera por Giovanni Capranesi en 1909, y está subdividido en ocho recuadros claramente delimitados en estuco, en su interior, entre una decoración vegetal, se desarrolla la danza de las 24 horas.
Éstas son representadas como niñas cubiertas con velos que, en grupos de tres, danzan sobre un fondo celeste en el que están dibujados varios cometas que junto con las rosas representan el emblema heráldico de la familia Torlonia.
El aparato decorativo de la estancia queda completado con un rosetón central con cornisa elaborada en estuco, que repite el mismo tema de las rosas, mientras que en la base de cada nervadura está representado, mediante ocho relieves en estuco, el fénix que resurge de las cenizas.
Como podemos observar, se trata de una exaltación de la familia Torlonia, simbolizada por las rosas y cometas, elementos que componen su emblema heráldico, inseridos en el tiempo como aluden claramente las horas y el fénix.
Las pequeñas ventanas que iluminan el ambiente se componen de simples vidrieras decoradas en sus bordes con tiras de latón.
El suelo está decorado con un bonito mosaico decimonónico policromado, proveniente del Casino dei Principi, en el que se representa a Marte y Venus. El mosaico fue transportado y colocado en 1910 bajo las ordenes del príncipe Giovanni Torlonia, que lo quería utilizar en su nueva residencia, ya que el Casino dei Principi se convierte, en esos años, en sede administrativa.
Las paredes del salón estuvieron recubiertas con preciosas telas adamascadas en colores plata y oro.