Habitación
Ambos lados concluían en sendas habitaciones, sus paredes estaban recubiertas con paneles que imitaban las cortinas de una cama con baldaquino y en el centro de cada una de las bóvedas había un fresco cuadrado pintado por Pietro Paoletti: El Baño de Venus y Psique arrastrada por el viento.
Mobiliario
Gracias a varias fotos de archivo del periódico Il Tempo se ha podido averiguar que los muebles (una cama, una cómoda, una consola, dos mesitas de noche, un sillón y una silla) hallados por casualidad en 1997 en un depósito ministerial, pertenecían al Casino Noble de Villa Torlonia, en particular a la habitación de Giovanni Torlonia junior, que luego fue de Benito Mussolini mientras residió en el Casino Nobile (1923-1943), alquilado simbólicamente por una lira al año gracias a la generosidad del Príncipe.
El mobiliario, encargado a principios del siglo XX a un artesano desconocido, presenta un estilo barroco genovés y pertenece al eclecticismo de finales de siglo, que mezclaba elementos renacentistas y barrocos como reacción a un clasicismo grecorromano ya demasiado uniformista y carente de significado.
El barroco genovés se caracteriza por la abundancia de ornamentaciones: incrustaciones, volutas, motivos florales y figuras humanas sobre una estructura muy sencilla.
La cama tiene un aspecto imponente. Consiste en un soporte de olmo forrado de nogal. Las volutas ornamentales de los dos cabezales son muy ricas, así como los pies también están trabajados con incrustaciones.
Los pies delanteros se prolongan en dos columnitas retorcidas que luego complementan la decoración de los laterales del respaldo.
Las dos mesitas presentan características típicas del estilo genovés del siglo XVIII. El cubículo, cerrado con una portezuela central, reposa sobre una base de escalón. Existe un cajón superior decorado con repisas con grandes cabezas de querubines.
Los tiradores tienen forma de cabeza femenina y masculina y constituyen un elemento extraño y muy plástico del conjunto.
La cómoda también recuerda las cajoneras genovesas del siglo XVII. Presenta 4 cajones con tiradores en forma de cabecitas de hombre a la izquierda, y de mujer, a la derecha.
Quizá fuera una forma simbólica de representar las tres edades de la vida humana: juventud, madurez y senilidad.
El armario, por sus notables dimensiones, no está expuesto.
El mobiliario de la habitación se completa con la consola cuya riqueza ornamental contrasta con su estructura bastante simple formada por un plano rectangular con tres cajones apoyado en una base con abundantes volutas y cabezas de querubines.
Falta el espejo, cuyos apoyos reproducen los mismos motivos ornamentales que la cama.